No solo se desataca por un menú cuya variedad exquisita, incluye carnes de corte de primera gama como punta de anca y baby beef, sino unas hamburguesas gigantes y muy deliciosas como: la de champiñon que trae 1/2 libra de carne, salsa de champiñones, queso verduras y pan árabe; o la doble con tocineta que incluye 2 carnes de 1/2 libra, tocineta, queso, verduras y pan árabe. Déjenme decirles que son un hit!!!.
Yo, queriendo probar toda la variedad, me pedí una entrada mixta que es una fiesta por que trae chorizo, longaniza, rellena (morcilla), chinchulín (chunchullo), chicharrón -de espanto y brinco (deliiiiciiiaaa)- y una arepa. Además, me llamó mucho la atención el menú kids ya que, como sabemos, los niños no comen mucho, pero en este restaurante las porciones son en GRANDE, muy generosas, incluso para compartir; y ese es el caso del pincho infantil que ordené para acompañar mi estupenda picada...q tal la foto?
Dándole todos los buenos créditos a la comida de este restaurante, hay un plus más para destacar: El servicio de los mesoneros. Como fue el caso de David Arévalo (izquierda) y Felipe Fernández (derecha). No solo representan el carisma de este lugar, sino que su empatía dió el toque especial para un ambiente cálido que disfruté.
Cinco estrellas para este restaurante, que los invito a visitar cuando vengan a Bogotá, Colombia.
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